jueves, 5 de enero de 2012

La bestia parda no morirá nunca.

Sobre la música electrónica siempre se ha escrito al menos tanto como escuchado, algo difícil por razones obvias. ¿Cómo describir el sonido de Jeff Mills o de Autechre con palabras? pero lo cierto es q la letra siempre ha sido un medio para expresar (o casi reproducir) las intenciones y experiencias que esa música maquinal nos deja.


La capacidad de mostrar sentimientos y emociones queda claro que no es un problema como los "Old Rockers Guys" nos decian... música sin alma y mecánica...  desde luego gente como Kraftwerk o el perenne Jean Michel Jarre, llevan decadas demostrando que la música está muy por encima del medio desde el que se realiza, por lo tanto, por muy mecánico y abstracto que sea un bombo de Tr-909 con un poco de reverb, en las manos apropiadas, puede llegar a transmitir emociones.





Tan vasto es el mundo de la electrónica que voy a centrarme en la música que mejor conozco, el Techno.

En toda expresión artística (y más en la música), existe un concepto claro y efímero que es lo que le da sentido, hablo de la "performance" o "el directo". Es el lugar donde el artista nos muestra TODO sobre su obra y donde emergen los sentimientos más profundos hacia el público. En la música electrónica es complejo... un guitarrista puede tocar con su guitarra en cualquier sitio, pero la complejidad de la electrónica y el uso del estudio de grabación (o los "home Studios" de hoy en día) como instrumento, alejan el modo de expresión más básico de un guitarrista a un músico electrónico.

Cajas de ritmo, sintetizadores, secuenciadores, efectos, ediciones de audio... miles de recursos que hacen posible esta música, también hacen posible que sea casi imposible su representación en directo.







Dicho esto, se ha visto de todo en un empeño y esfuerzo en determinar la mejor forma de hacerlo. Desde el desmontaje y posterori montaje en el escenario del estudio (Chemical Brothers, Orbital o los mismísimos Kraftwerk), hasta el ya clasico Macbook Pro con Ableton Live... hemos pasado por "setups" con material grabado en cinta o multipistas y tocar lineas por encima (Depeche Mode, por ejemplo) hasta volcar cada fragmento de la música en un músico que reproducia manualmente esos pasajes (Jean Michel Jarre), en la música de baile surgió un fenómeno que quizás sea el más honesto de todos: El DJ. sin pretensión alguna de recrear esas obras mediante nada más que la obra como tal, creando un viaje conceptual marcado por la música de muchos otros productores o incluso la propia exclusivamente (Jeff Mills)... Si es una forma de hacer llegar esas emociones al público, pero aun queda mucho por hacer, incluso Jeff Mills en alguna ocasión ha sentido la necesidad de recrear en directo su propia música (X-102) ya que ha veces y por muy honesto que sea, necesitamos el directo en nuestro arte.

Este es el punto exacto de este artículo, ¿Es necesario el directo en la música electrónica? ¿debemos hacer el esfuerzo de readaptar el material del que disponemos a las "tablas"? ¿basta con llevar un secuenciador y hacer play sobre secuencias que disparan síntes y retocar filtros y demás? ¿sustituye un laptop el arsenal de un estudio y la capacidad de producir emociones y sensaciones?

Aun no tengo respuesta a estas preguntas, pero tengo claro que cada vez que monto mi setup con mis fieles TRs, TBs y sintes, en una hora dándoles duro sale más música que en una hora con el ratón delante de mi secuenciador...

No hay comentarios:

Publicar un comentario